lunes, junio 13, 2005

Encerrado.

Con la sinfonía de la muerte
En cuatro muros nostálgicos
sucumbe un alma
Quemando la cara de la ilusión
Queriendo liberar una queja oprimida
Queriendo solazar,
mirar las musarañas de los sentidos
O queriendo padecer de amnesia
Para amenguar la cruda la realidad y no naufragar

Afuera nada cambia, desde la ventana un paraíso
Pero dentro ya no es igual
Las cosas no giran en su mismo centro
Ya todo esta condicionado
Y el alma desde otro ángulo
todo controla.

1 comentario:

Eurídice dijo...

Mi alma se encuentra desalmada y mi corazón descosido.

Las traiciones sin traición son dolorosas pese a que no sean traiciones en sí...