sábado, julio 30, 2005

Cada mañana I.

Después de una candente noche
la humedad de nuestros cuerpos,
despertar a la vida
volver a la realidad y verte a mi lado.

Robar cuan ladrón sin previo aseo
el néctar de tus labios,
esa costumbre particular de amarnos y despertar,
nuestra quimera inmortal de cada alba.

Como olvidar?, como olvidar esos espacios del pasado
en los que quisiera volver a despertar,
como comparar con los amaneceres de muerte
de los que hoy padezco sin tu cuerpo al recordar el antaño.

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