Pero sin prisa…

Miradas queman sentimientos efímeros llenos de deseo
El fuego aumenta, los sentimientos se encarnan
Ahora somos tu y yo en la habitación del tiempo
Esperando lo que nos guarde el destino
Escribiendo a nuestra merced en nuestro basto espacio en blanco
Un libro sin fecha que solo tiene nuestros nombres
Y que algún día concluiremos con el final.

Sin desesperación mordemos nuestros cuerpos
Como animales en celo, desgarrándonos poco a poco
Haciendo erótico nuestro acto criminal
Como poetas paleolíticos
Bebiéndonos a tragos la pasión
Y esperando al tiempo el final del libro en blanco
Pero despacio, sin prisa.

Disfrutando del momento.