jueves, septiembre 22, 2005

Almas decadentes.

Disparos son la melodía del barrio
cuando cae la noche ojos acechan tu caminar
la luna el único testigo ante el oscuro cielo, estrellas
aceras y pasos fríos que sorprenden por doquier.

La inocencia no existe
solo primitivos urbanizados que a punta de hierro codician lo que cargues,
hijos de la maldad que no drenaron los años de civilización
y el ego del hombre moderno.

Pasos nocturnos de almas que desgastan su existencia
en aromas de tiempos subterráneos,
destino incierto entre callejones y oscuridad,
noches y disparos.
Asi es mi barrio.

1 comentario:

Unknown dijo...

Formas todas del aliento de la bestia, que favorecen ciertos páramos, ciertas historias personajes y este mal mundo que noscircunda.El aire vnocturno trae el brillo gélido del fierro genocida. Saludos.